Hacia el final de su libro El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado Fredric Jameson recuerda que Marx en un pasaje de su Manifiesto nos llama imperiosamente a hacer lo imposible: pensar el desarrollo histórico del capitalismo «al mismo tiempo» en términos positivos y negativos; nos exige, con otras palabras, poner en práctica una forma de pensar que sea capaz de concebir los rasgos manifiestamente denigrantes del capitalismo y, simultáneamente, su extraordinaria dinámica emancipadora: todo ello en un concepto, y sin que ninguno de los juicios atenúe la fuerza de su contrario. Jameson denomina a este ejercicio «dialéctica».
Dentro de lo que venimos a llamar Circuito de la Producción en la sociedad post-industrial, el proyecto fotográfico titulado Doble cuerpo se sitúa en los campos específicos del Consumo y la Eliminación, y concretamente en el espacio-tiempo intermedio.
Consiste en la reproducción fotográfica de una serie de objetos. Cada uno de éstos es el envase de un alimento -sólido o líquido- producido industrialmente. La función para la cual fue creado, es decir, contener y preservar, ha finalizado. Es, por lo tanto, un objeto inútil, un mero cuerpo sin contenido que hay que desechar.
Sin embargo, es posible un último uso: ser modelo fotográfico. Y cámara fotográfica. Porque cada uno de estos envases modela para otro de las mismas características transformado en cámara estenopeica. Se produce una confrontación activa-pasiva de los mismos. Uno absorbe del otro lo único que posee: imagen. La cámara-envase, así, vuelve a «llenar» su vacío -aunque sea sólo por unos minutos- con las ondas de luz reflejadas por el otro, en un juego que se nos sugiere simbólicamente análogo al consumo que hacemos del contenido real de cada envase. Obtenido el negativo nada le impide ya cumplir con su destino: reunirse con otros igual que él -en la forma o en la función- en el contenedor de los desechos.
Miguel Aguirre
Barcelona, junio de 2002